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LA VIDA ES UNA OBRA DE TEATRO QUE NO PERMITE ENSAYOS…POR ESO CANTA, RIE, BAILA, LLORA Y VIVE CADA MOMENTO DE TU VIDA INTENSAMENTE ANTES QUE EL TELON BAJE Y LA OBRA TERMINE SIN APLAUSOS.

miércoles, 27 de julio de 2016

¿Si el mundo acabara mañana?

Me pregunto qué ocurriría si el día de mañana todo esto que vemos como realidad segura,  se tornara en algo perturbador y abrumador.
Nuestras preocupaciones cambiarían,  por unas mas genuinas, le daríamos mas valor a muchas de las cosas que hoy vemos como ordinarias. 
Hay gente tan aferrada a sus cotidianas costumbres y maneras de vivir, que no perciben ni por un momento que todo llegará a su fin.

Artículos de comercio.

Detesto la idea hacer ver a la mujer como una adquisición más,  entre muchas cantidades de objetos. Cuando llega la edad promedio en que se empiezan a formar parejas, hogares y familias.
No tengo nada en contra de un hogar, de hecho me parece genial que dos personas puedan complementarse y compartir una vida.  Sin embargo me saca de quicio la actitud del típico macho alfa que está en busca de una pareja y lo toma como un niño que va elegir colores entra una caja de muchas opciones. (También aplica de manera inversa)  Mi problema real es con el orgullo, con la prepotencia.
Y vaya que uno de esos colores se niegue a aceptar sus elecciones,  entonces salen a flote los mayores indicios de inmadurez.
La elección de una pareja requiere acuerdos comunes de las dos partes, satisfacción personal de las dos partes,  empatía de las dos partes.  Me molesta la malicia que alguna gente le pone a estos asuntos.
En ocasiones es mejor quedarse solo que cargar con pesadas desiciones erroneas por el resto de la vida.

¿Cuándo será?

Es cierto,  desde pequeños somos inducidos a comportarnos de acuerdo a lo establecido por el sistema: nacer, ir al colegio, elegir una carrera, (algunos se saltan ese paso), trabajar, formar una familia, jubilarse,  morirse.
Hasta hay edades determinadas para cada cosa, de manera que si decides superarte y estudiar después de cierta edad, hasta te ven raro. Si pasas los veintitantos y no te has casado, oh por Dios, que cosa tan grave. Si haces algo que no está dentro de lo establecido,  eres un ser sumamente raro.
Estoy esperando que el tiempo pase, a veces me canso al ver que lo que quisiera ser, aún no lo soy.  Aunque quisiera que no fuese asi, estoy tan involucrada en el sistema como cualquier otra persona.
Me pregunto si algún día las cosas cambiaran, si cambiaré de vida,  o si mis prioridades cambiarán.  No lo se, quisiera que dentro de unos años al mirar atrás pueda decir: No pude haber vivido de una mejor manera.

¿Y qué si quiero ser esto?

Cuánta gente criticando comportamientos,  gustos o elecciones ajenas,  sin tener en cuenta que la individualidad es una cosa de cada quien.
Es muy fácil engañarse y creer que por estar de un lado o el otro, ya estás siendo objetivo.
Hay gente que decide sobre su sexualidad,  manera de vestir, creencias,  cultura, etc. Perfecto,  que cada quien sea lo que quiera ser, que haga de su vida lo que quiera,  siempre y cuando no dañe a otros seres humanos.
Si yo profeso una religión y eso no te está afectando en lo más mínimo,  ¿por qué atacas con tu lengua venenosa algo que no te incumbe?
Al juzgar y generalizar estás siendo tan necio como el que mata en nombre de sus deidades.
Nos gusta hablar de libertad de expresión, nos gusta hacernos los intelectuales y actuar como si fuésemos dueños de la verdad, pero no somos capaces de tolerar las diferencias ajenas, y hasta nos creemos superiores por pensar de una manera opuesta a lo que, según nosotros, es lo incorrecto. 
Todos somos vulnerables, basta con mirar el comportamiento de las masas en un desastre natural, o en un atentado terrorista para evidenciar lo vulnerables que somos.
Nos creemos dueños de la verdad, nos creemoa dueños del mundo, pero somos tan finitos que nuestra idea de superioridad parece una ironía. 
He decidido lo que soy, lo que seré y a dónde llegaré.  Nada cambiará eso.

martes, 19 de julio de 2016

Las cosas mínimas hacen más peso.

En ocasiones las cargas negativas que pueden acarrear los acontecimientos pueden abrumarnos, y de hecho pueden ser muchas. Sin embargo, dentro de todo lo malo se nos pueda estar aconteciendo, suelen presentarse cosas mínimas, por las cuales vale la pena continuar, a pesar de las contrariedades. Me explico: en medio de esas cosas tan desagradables que nos puedan tocar, se presentan respiros de esperanza que nos recargan para continuar.