Piensa en las cosas que crees te hacen falta... Quizás una casa, salir de deudas, una pareja, un trabajo, vivir en otro lugar, viajar, dinero, un computador, un celular, etc... tal vez esas son las cosas más comunes que vienen a tu mente. Pero estás viviendo sin ello, y aún así te encuentras bien. No con todos tus deseos suplidos pero bien.
Ahora piensa en las cosas por las cuales estás agradecido: una familia, un trabajo, personas a las que le importas, fe, techo, comida, capacidades, estar vivo... y un sin fin de cosas que muchas veces vemos como cotidianas, pero son verdaderos milagros.
Trabaja por lo que deseas pero no te conviertas en esas desagradables personas que siempre se están quejando por todo. Arruinando el mas bello de los días, con absurdos insignificantes.
Sé agradecido.
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