La mayoría de las personas vive teniendo como prioridad cosas que al final de nuestros días se tornarán irrelevantes.
Si existiese una herramienta para conocer cual será nuestro ultimo día de vida aquí en la tierra, seguramente los últimos días estaríamos bajo la presión de dejar todo en orden, aunque partamos. No sólo ocurre esto con los que tienes familiares, amigos o mascotas, incluso los solitarios estarían presionados a organizar lo que le queda de vida, antes de su partida.
No sabemos cuando, pero es seguro que llegará el día que impotentes de nuestras carentes capacidades, tendremos que dejar de existir en esto que conocemos como vida.
¿Qué cosas se pueden organizar?
Si tuviera conocimiento del día que voy a morir, me gustaría invertir mi tienpo final en cosas que pueda disfrutar. Eso no significa que antes de los últimos días tenga que vivir desdichada y frustrada, pero si colocando mi vida en orden.
Respecto a mis sentimientos, trabajaría arduamente antes de morir (eso es desde hoy), por no ser víctima del miedo y la inseguridad. Trabajaría por dejar pensamientos inútiles acerca de si me aceptarán, acerca de lo que pensarán de mi, si actúo, si me quedo callada, etc.
Buscaría ver y atesorar lo especial de los que me rodean. Invertiría mi tiempo en amar, en amar un montón. Intentaría una y otra vez, aunque fracase un sin numero de veces, sólo por ver la realización de un propósito noble. Sería natural, no me ocuparía en presumir algo que no soy. Viviría por un ideal, con un propósito, para morir con los años llenos de vida.
Pero no tengo que esperar que me sorprenda ese día para tratar de hacer todo eso. Estoy poniendo mi vida en orden desde ya, porque la vida es demasiado corta, viviré.
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